La cifra de empleo público en 2022 ha sido también de récord, hasta más de 3,5 millones, mientras que la revisión salarial ha alcanzado el 3,5% (2% hasta octubre y 1,5% más a partir de noviembre, con efectos retroactivos desde enero), muy por encima del alza en el sector privado. El crecimiento de este gasto, hasta convertirse en la principal partida presupuestaria, sucede siempre en época de crisis. Es cuando más aumenta el empleo público y se convierte en el refugio habitual de las contrataciones, en muchos casos sin justificación alguna. El presupuesto en esta partida se ha duplicado en 20 años, coincidiendo con el inicio del traspaso de las competencias estatales a las autonomías. Es decir, el empleo público ha crecido cuatro veces más que en las empresas en términos relativos. La diferencia es aún mayor si la comparación se hace con 2007. Cada año electoral, el gasto en contratación se dispara y aún quedan unos cuantos, porque cada entidad quiere cuidar bien a los suyos.