Hasta que él llegó, uno decía Epi en esta ciudad y una de dos: o pensabas en el amigo de Blas o, si eras seguidor del deporte, en el mítico alero que tantas alegrías (y una plata olímpica) nos dio en los años 80 con la camiseta de España. Ahora, en A Coruña, tenemos “O noso Epi”, el burgalés Diego Epifanio, para siempre el entrenador que llevó al Leyma a lo más alto. Hasta pronto y gracias.