Policías ultras

como cualquier otra persona, un policía tiene su propio sesgo ideológico, y el éxito de las plataformas sindicales de extrema derecha señala la orientación preferente. Por eso están echando un pulso al gobierno protestando contra el proyecto de derogar la ley mordaza, argumentando que les deja indefensos. Desde luego, los abusos policiales no están ni mucho menos generalizados en España, pero aún siendo pocos, son inaceptables en una sociedad democrática. También es obvio que la ley mordaza crea un ambiente propicio, más para su encubrimiento que para su propagación. Hay que recordar la impunidad con la que policías ultras rompieron el cordón de seguridad del Congreso el dos de marzo del año pasado, para arrojar petardos, encender bengalas, y acosar a diputados nacionalistas y de izquierda que salían por la puerta trasera. Ninguno ha sido expedientado, porque no se les quiso identificar.

Policías ultras

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