Desde el punto de vista del marketing político la imagen es, sin dud: potente: cinco mujeres –Yolanda Díaz, Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica García y Fátima Hamed Hossain–, aliadas para presentar un proyecto de izquierdas alternativo al PSOE y de rebote a Podemos. Porque eso es lo que se desprende de todo lo que han dejado dicho en la “cumbre” que han celebrado en Valencia.
Otra cosa es qué se piensa de ese proyecto en sus respectivas organizaciones. Porque una de dos, o bien sus organizaciones están dispuestas a subsumirse en el proyecto de Yolanda Díaz y compañía o, en caso de no ser así, entonces la hoy vicepresidenta tendrá que alumbrar otras siglas donde se reúnan sus afanes con las del resto de las líderes que la acompañaron en la “cumbre” de Valencia.
Sin duda, tiene su aquel un proyecto político liderado por mujeres. Lo cierto es que si durante siglos han sido los hombres los que tenían el santo y seña de la política no sé por qué no va a poder haber un proyecto en que el puesto de mando esté ocupado por mujeres.
Pero si me apuran ese no es el quid de la cuestión sino qué clase de proyecto van a ofrecer a la sociedad.
Porque más allá de esas palabras entusiastas que siempre se dicen en los mítines, la cuestión de fondo es si será un proyecto inédito o nueva versión entre lo que en su día supuso primero el PCE, más adelante Izquierda Unida y más tarde Podemos.
Todas ellas tienen algo en común además de ser mujeres y es que su compromiso político es de izquierdas. Yolanda Díaz proviene del PCR, del comunismo clásico, mientras que Ada Colau se hizo un nombre como activista social, Mónica Oltra está comprometida con un proyecto de izquierdas con matiz nacionalista valenciano, mientras que Mónica García salió de las filas deUnidas Podemos para desembocar en Más Madrid, que es una versión de Podemos pero sin Pablo Iglesias, y Fátima Hamed Hossain hasta ahora se movía en las aguas políticas de Ceuta, donde es diputada en su Asamblea por el Partido Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de cariz progresista.
Pero ya digo que la cuestión es si realmente Podemos quiere desaparecer o minimizar sus siglas bajo la batuta de Yolanda Díaz, lo mismo se puede preguntar a Compromis el partido de Mónica Oltra o a Más País el de Iñigo Errejón donde Mónica García se ha convertido en su alter ego, o en Comú de Ada Colau que es una sucursal de Podemos. En cuanto al partido de Fátima Hamed Hossain se ha circunscrito hasta ahora a Ceuta sin que se sepa si quieren ir más allá de está ciudad.
La respuesta a estas preguntas las iremos conociendo en los próximos meses cuando Yolanda Díaz haya constatado si hay agua para tirarse a la piscina, es decir poner en marcha su propia plataforma política. No queda otra que esperar.