La demanda de la candidata a las plazas de técnico superior júnior de Navantia, excluida por “exceso de madurez y conocimiento profesional”, ha sido finalmente de-sestimada. Según el escrito judicial hecho público ayer, el magistrado titular de la sala de lo Social número 1 del Juzgado de Ferrol, considera “probado” que la profesional había obtenido una de las notas más altas de todo el grupo en la prueba de dinámica de grupo –obtuvo una calificación de 20 puntos sobre un máximo de 21–, pero a su vez da la razón al grupo público, aseverando que “cobra sentido” su exclusión de su categoría por su experiencia.

Y es que la defensa de Navantia argumentó que, si bien técnicamente la candidata pertenecía por su experiencia laboral al segmento júnior –al ser inferior a tres años–, su perfil se correspondería al de un profesional sénior. El problema, tal y como señalaron en su momento fuentes sindicales conocedoras del proceso, es que dicho perfil es irrelevante a la hora de optar a una plaza, tal y como se demostró cuando la propia candidata se presentó a las pruebas sénior y fue inmediatamente excluida al no cumplir con los requisitos de experiencia laboral.

El magistrado, no obstante, considera que el acceso a Navantia debe regirse “por los principios de igualdad, mérito y capacidad”, dando por tanto la razón al grupo naval en la exclusión. Como respuesta, la candidata adelantó que presentará un recurso de suplicación ante la sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Actuación arbitraria

Tras conocerse la sentencia, el sindicato CGT, cuyos delegados protagonizaron una protesta frente al Juzgado de Ferrol en apoyo a la candidata durante la celebración del juicio, calificó la actuación de Navantia como “escurantista e arbitraria” y la sentencia como “inxusta”.

Así, la central cuestionó los argumentos del magistrado para desestimar la demanda, reiterando que la profesional cumplía con todos los requisitos para no ser excluida del procedimiento –además de recordar como esos mismos criterios la dejaron fuera del proceso para el que supuestamente era apta–. Del mismo modo, el sindicato cuestiona la validez de la convocatoria, señalando que si había obtenido una puntuación demasiado alta en dicha prueba, cómo era posible que sí entrasen candidatos con unos resultados aún mejores; por el contrario, la central señala también que se admitieron a candidatos con puntuaciones muy inferiores.