Andan los colegios desesperados por acabar con la moda del juego del calamar y que los niños de diez años dejen de fingir que los ejecutan cuando pierden a ‘paloma blanca, paloma negra’. Algunos han decidido prohibir incluso que se hable del tema dentro del recinto escolar, que como medida de disuasión es bastante cuestionable. Por aquello de despertar más interés. Pero algo tienen que hacer. Aunque igual la primera medida que debían tomar es decirles a los padres que se preocupen de que sus hijos no vean según qué series. Parece que lo necesitan.