El juez federal del Distrito de Columbia Emmet Sullivan ha ordenado suspender las devoluciones en caliente de migrantes en las fronteras estadounidenses en el marco de la ley sanitaria aprobada con motivo de la pandemia de coronavirus.

Sullivan, que ha dado un plazo de 14 días a las autoridades del país para cumplir con estas medidas, ha lamentado que estas devoluciones son "crueles e ilegales" y ha destacado que existen alternativas suficientes para limitar la propagación del virus.

La legislación en cuestión se remonta al anterior Gobierno, el del expresidente Donald Trump, y permite expulsar a los migrantes que llegan a la frontera al considerar que suponen una amenaza para la salud público en plena pandemia de coronavirus, según informaciones de la cadena CBS.

Tras su llegada a la Casa Blanca, Joe Biden dejó sin efecto dicha práctica para los menores no acompañados, pero los migrantes siguen siendo devueltos.

Sullivan ha indicado que, teniendo en cuenta la "amplia disponibilidad de test, vacunas y otras medidas para minimizar el impacto de la pandemia, el tribunal considera que los contagios se pueden frenar en cierta medida en la frontera".

El fallo no se hará efectivo hasta dentro de dos semanas. "Hace mucho que el presidente Biden debería haber puesto fin a esta política cruel e ilegal, y el tribunal tiene razón en rechazarla hoy", ha aseverado por su parte Omar Jadwat, de la influyente organización de derechos civiles ACLU.

Sin embargo, es probable que el Gobierno, enfrentado a flujos migratorios inéditos en la frontera con México, apele la decisión, ha dicho. En agosto, más de 200.000 personas fueron detenidas en la frontera sur, incluidas 86.000 que viajaban con sus familias, según los últimos datos oficiales. Se trata de la cifra más alta en 20 años.