Sucesos como el de O Carballiño ponen los pelos de punta. Que puede haber pasado por la mente de un menor para golpear con una barra de hierro a una amiga con el único objetivo de saber lo que se sentía al matar. Dicen los expertos que estamos en una sociedad en el que la violencia tiene cada vez más peso. Y, tal vez, este suceso sea el reflejo de una sociedad en la que la vida cada vez tiene menos importancia. La víctima se encuentra entre la vida y la muerte, pero también resulta complicado imaginar como será el porvenir de su agresor, una vez que sea consciente de lo que hizo.