Contextos educativos (I)

Si hoy la higiene de las manos es más importante que nunca en un ambiente de pandemia mundial, también es fundamental injertar virtudes en nuestro quehacer diario, al menos para convertirnos en personas de bondad y verdad. En efecto, son tantas las carencias, que si el lenguaje del cuerpo requiere dominio de los propios deseos, también nuestros singulares latidos demandan armonizar acordes, para que esa música creativa que todos llevamos consigo active el espíritu solidario. Sólo así seremos capaces de afrontar en familia las tormentas y las estaciones vivientes. No olvidemos que, tras el espíritu del dinámico discernimiento, siempre se halla ese horizonte que nos abraza, de manera responsable y discreta. Al fin y al cabo, lo significativo, es que la rectitud active nuestros andares por muy sinuoso que sea el camino. De ahí, lo trascendental que es ayudar a sanar las heridas de adentro, para prevenir por fuera esta falta de principios de nuestra época.


Tampoco podemos continuar moviéndonos en esa contrariedad ideológica que todo lo confunde, comenzando por la diversidad biológica y terminando por el endiosamiento de manejar todo a nuestro antojo. Son muchas las crisis, eso es cierto, pero de ningún modo hay que resignarse a una caída desesperante, a un deterioro de nuestro espíritu, corrompido a más no poder, que necesita de otros cultivos más sensatos y naturales, después de destruirnos con tantas contiendas inútiles, sabiendo que la grandeza no llega de batallar sino de entendernos. Justamente, todo lo contrario a lo que suele fomentarse desde las redes sociales, que se han convertido en un espacio de intolerancia y de violencia endémica. Este tipo de actuaciones atroces no mejora para nada nuestra presencia, es necesario crear nuevos entornos para comunicarse corazón a corazón. Ojalá, entre todos, impulsemos un tiempo de calma, que nos sirva para encauzarnos hacia otras áreas de mirada limpia. Indudablemente, para esto necesitamos la ayuda de los demás y un camino educativo que nos reconduzca.

Contextos educativos (I)

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