Es difícil describir con palabras lo sucedido el martes en la junta de accionistas del Deportivo. Se podría recurrir a eso de asegurar que algunos de los presentes se comportaron peor que verduleras, pero las verduleras no merecen semejante comparación. Hubo quien no fue consciente de que una junta no es la grada del estadio y, a lo peor, después de lo que sucedió con el Rayo Vallecano, ni tan siquiera allí se podría gritar lo que se gritó en Palexco. También hubo quien no se conforma con ver cómo su tiempo pasó ya y quien quiere ser la guinda de todos los pasteles, pero eso ya es más un problema de ego que otra cosa. Al final, por muchas protestas, gritos y pataleos, todos los temas del orden del día se aprobaron con un apoyo de más del 85% de los accionistas. Y lo mejor de todo es que no habrá vacío de poder mientras la junta actual cumple el plazo para poder irse. Fernando Vidal dio el paso y lo hizo con el aval de Abanca y con una cartera de fichajes (entrendador incluido) en el bolsillo. En resumen, que el Deportivismo vuelve a estar ilusionado y eso es lo mejor de todo por que si algo le hace falta a la ciudad y al equipo es eso, esperanza. FOTO: Fernando Vidal, en el momento de anunciar su candidatura | aec