QUE el Deportivo gane en Villarreal parece un poco complicado de mas; en cambio, que el Gijón no lo haga en Eibar se antoja más sencillo. Si los asturianos no suman los tres puntos, todo estaría arreglado, si se puede calificar de arreglado a salvarse por deméritos de los rivales, porque lo de los blanquiazules en estas últimas jornadas es como para cambiarse de equipo. No, tampoco para hacerse del Celta, que también lleva una rachita..., pero sí, por ejemplo, del... bueno, del que quiera cada uno. En el caso de que todo llegue al partido definitivo sin resolverse habría que jugárselo todo a la trama del silbo canario. Vamos, que Manuel Pablo y Valerón preparen un biscotto con gofio, con mojo picón o con lo que les dé la gana, pero que sirva para que los coruñeses se mantengan, ¿no? FOTO: valerón y manuel pablo |aec