al final será Francia quien se haga cargo de los 141 inmigrantes que van a bordo del Aquarius. En esta ocasión, el Gobierno de España se quedó quieto y callado. No hubo dispositivo especial, ni desembarco de ministros para recibir a los migrantes, ni tan siquiera Pedro Sánchez se ha manifestado al respecto. Sería que estaba muy ocupado con Merkel visitando linces como para dar una explicación de por qué a veces sí y a veces no, España está dispuesta a acoger refugiados. A lo peor es que la opinión pública empieza a estar muy preocupada por la incesante llegada de inmigrantes sin que nadie sea capaz de dar una solución a este asunto. FOTO: El Aquarius en marsella | aec