de nuevo, la Xunta se ha visto obligada a tomar el control de una residencia de ancianos. En esta ocasión se trata de una institución en Culleredo en la que se han registrado un total de 28 contagios, 21 usuarios y siete empleados. Y, de nuevo, surge la pregunta de cómo es posible que se llegue a producir una situación así. Es evidente que algo está fallando en el protocolo de este tipo de establecimientos. Ni tan siquiera los propietarios de los mismos tienen responsabilidad, ya que, se supone, estarán cumpliendo las normas fijadas por las autoridades sanitarias. Es necesario que, de una vez, se realice un nuevo protocolo que impida que se repitan estas situaciones que, además, afectan a un colectivo que es especialmente sensible a la enfermedad. FOTO: residencia intervenida en culleredo | pedro puig