si por algo suelen destacar los políticos es por su habilidad para no meter los pies en charcos complicados, y más si estos charcos son reiterados y persistentes. Es cierto que Alberto Núñez Feijóo no encaja a la perfección en el retrato robot del político típico, pero aún así, sorprende su insistencia a la hora de asegurar que Galicia recibirá la transferencia de la AP-9. Y sorprende porque hasta el momento, el Gobierno central se ha negado en rotundo a esa posibilidad alegando para ello que abriría el grifo para que otras comunidades reclamaran también infraestructuras clave que hay en sus territorios. No deja de ser curiosa la respuesta de Madrid a la reclamación gallega, al fin y al cabo, Galicia, siendo comunidad histórica, no tiene competencias como seguridad o tráfico que sí están transferidas en Cataluña o País Vasco. Además, si el ministro tiene duda de la necesidad de que la autopista se gestione desde aquí no tiene más que hacer el trayecto Vigo-Ferrol por carretera. Seguro que se da cuenta de lo que supone la AP-9 a Galicia. FOTO: Alberto Núñez Feijóo | aec