El coronavirus no perdona a nadie, ni tan siquiera a uno de esos gigantes como el Circo del Sol. La conocida compañia, que colgaba el cartel de “no hay entradas” cada vez que presentaba un espectáculo, está en quiebra. De entrada, cerca de sus 3.500 trabajadores se irán a la calle y eso que es una especie de franquicia que mantenía espectáculos en los cinco continentes, buena parte de ellos en Estados Unidos. Ahora dicen que se replantearán su actividad, intentándola adaptar a los nuevos tiempos que se nos avecinan. Es de suponer que, mientras no haya una vacuna efectiva, tendrán que renunciar a parte de su espectacularidad. FOTO: Función del Circo del sol | aec