Cuando un pueblo, democráticamente, elige a un zote para dirigirlo pues habrá que decir eso de “ellos se lo buscaron”. Sin embargo, ni por esas los brasileños se merecen el presidente que les ha tocado en suerte. Jair Mesías Bolsonaro, preguntado sobre la pandemia solo fue capaz de asegurar “Lo lamento, pero ¿qué quiere que haga? Aunque lleve Mesías en mi nombre, no puedo hacer milagros”. Y tan ancho se quedó mientras por el mundo circulan las imágenes de las excavadoras preparando tumbas a contrarreloj para poder dar sepultura a los miles de muertos que se esperan en todo el país. Es lo que tiene el populismo llevado a su extremo. FOTO: Jair Bolsonaro | efe