dice el ministro de Sanidad, ese hombre que creía que su principal pelea iba a ser contra el tabaco y se topó con una pandemia nunca antes vista, que todos llegamos tarde a la hora de tomar medidas contra el virus. Se refiere a todos los países de occidente, que, no hay más que ver los números de contagios y víctimas, no supimos reaccionar a lo que pasaba en China. La defensa es bastante pobre, la verdad, lo del mal de muchos ya se sabe de quién es consuelo; pero le han llovido tantos golpes –y los que le quedan...– que el mero hecho de que siga en el puesto ya parece una heroicidad. Mejor vamos a quedarnos con la lectura de que, aunque sea a medias, uno de los responsables de la gestión de la crisis sanitaria es capaz de reconocer los errores. FOTO: salvador illa | efe