EN España, ya se sabe, el secreto de sumario es una especie de licencia para que se filtren todas las diligencias y actuaciones. Así, mientras los investigados se ven sometidos a un juicio paralelo, los ciudadanos se van enterando de las partes más jugosas de los casos. Y uno de los que más titulares está acaparando es el del clan de los Pujol. Al fin y al cabo, resulta curioso enterarse de que Jordi pintaba más bien poco y que la que manejaba todo era su mujer, Marta Ferrusola, autobautizada como Madre superiora, que ordenaba ingresos y traspasos bancarios a golpe de misal. Parece que ella era la que repartía el dinero entre sus hijos. FOTO: Marta Ferrusola | aec