ANDABA aún medio país enzarzado en una tontería del calibre de si la mejor manera para impulsar la igualdad es subir a unas drag queens a una carroza de una Cabalgata de Reyes, cuando la campeona de España de ajedrez dio una lección de lo que es la verdadera defensa de la dignidad de la mujer. Sabrina Vega, al igual que ya había hecho la poseedora del título mundial, la ucraniana Anna Muzychuk, se negó a participar en la Copa del Mundo de Arabia Saudí por el trato que sufren la mujeres en ese país bajo el imperio de la sharia. No ganará un premio por defender sus convicciones, pero esas convicciones bien valen un gran premio. FOTO: sabrina vega | twitter