XULIO Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, la nombró candidata a la Alcaldía y Bea Mato se ha metido en campaña. Anda recogiendo munición por todas partes –solo le falta ir a la Fábrica de Armas–, pero es que es tan fácil conseguir metralla contra la Marea, nasía pa’ganá, que casi no tiene mérito cargar los cañones. Los últimos en facilitarle material han sido los empresarios, en cuya cúpula, aunque parezca mentira, hay empresarios sin empresa, pero eso es lo de menos, lo importante es que los propietarios y los no propietarios le entregaron un dossier que parecía el de los Presupuestos Generales del Estado en los tiempos en los que era necesaria una furgoneta para llevarlos al Congreso de los Diputados. Ya se sabe que los empresarios no son muy mareantes y sí, en cambio, un poco exagerados cuando se trata de pelear con los malvados parias de la Tierra –incluso con los que no parecen miembros de la famélica legión y en el concello están todos bastante ben mantidos–, pero en lo que se refiere a la nefasta labor de la xente do común no exageraron ni un ápice. FOTO: bea mato y antonio fontenla | ánxela trilllo