SANTISTEVE fue el anfitrión perfecto. Que se lo diga a Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, que echó un domingo feliz en Zaragoza. Incluso renunció a ver el partido del Deportivo. Tan perfecto fue que en cuanto la Diputación negó un salón para el cumio de la Liga de las Ciudades Rebeldes, Santisteve reaccionó y en una mañana lo arregló para ceder un pabellón a Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente”, Iglesias. El problema es que el reglamento municipal obliga a solicitar unas instalaciones con quince días de antelación, plazo que obviamente no se cumplió, lo que le puede acarrear problemas con la justicia. ¡Vaya!, no fue tan perfecto. FOTO: pedro santisteve | aec