SU denominación, Festival Cultural de Gotemburgo, hace pensar en acontecimiento serio, tanto que a una mujer para sobrellevar la seriedad le dio por fumar un porro. Unos policías la identificaron, pero les dio en la nariz que había algo más y se dirigieron a un hombre sentado en un banco cercano con pinta de camello –un camello en Suecia llama la atención–. Y efectivamente era un camello. Al ver a los agentes lanzó una bolsa para deshacerse de ella. Un guardia fue a recogerla, pero una gaviota se adelantó, la enganchó con el pico y se la llevó, con lo que volaron las pruebas para acusarlo. A ver si era el ángel de la guarda del tipo; alas tenía. FOTO: una gaviota, fan de nadal | aec