Pues dicho y hecho. El sábado anunció Pedro Sánchez que el Gobierno se ponía manos a la obra para controlar el precio máximo de las mascarillas y cortar por lo sano cualquier tipo de especulación y ayer mismo se publicó la orden en el BOE. Eso sí, sin desarrollar. Vamos, que el ministerio de Sanidad se va a tomar un par de días para fijar ese precio máximo y, es de suponer, permitir que los especuladores sigan haciendo su agosto en pleno abril pandémico a cuenta de la desesperación y el miedo de los ciudadanos. Está claro que cuando el Gobierno se pone a trabajar, tampoco es que sea muy rápido. FOTO: una caja con mascarillas