Pedro Sánchez es de esos que puede llegar a perdonar, pero, desde luego, no olvida jamás. Que se lo pregunten a Susana Díaz, la califa andaluza que se ha visto relegada a poco menos que felpudo después de que en su día osara a plantarle cara (y batalla en las primarias) al actual presidente del Gobierno. Pues, basándose en esos antecedentes, hay quien cree que, ahora mismo, Sánchez está pasando su particular factura a esos varones díscolos que se atrevieron en su día a cuestionar el pacto con ERC y, sobre todo, con Bildu. Anda el presidente de tourné por España para hablar de fondos de la UE y ha visitado ya las comunidades gobernadas por socialistas sumisos, de los que callan lo que piensan. Eso sí, Lambán, García Page y Fernández Vara pueden esperar sentados el encuentro con su presidente, no vaya a ser que les de un calambre. FOTO: El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, quitándose la mascarilla | aec