CÓMO cambia todo en un decenio. La investigación de la trama “Gurtel” empezó hace algo más de diez años y medio y por entonces Álvaro Pérez gastaba mostacho, de ahí su alias: “El bigotes”. Ahora, en cambio, luce un rostro sin pilosidades sobre el labio superior, pero, claro, tampoco es cosa de rebautizarlo y pasar a llamarle “El lampiño”. A lo mejor hasta habría que iniciar de nuevo la instrucción. El caso es que ha vuelto a declarar ante el juez y ha sentenciado: “Casado debería saber que todavía tiene mucha mierda en la mochila”. No tiene pelo bajo la nariz, pero tampoco los tiene en la lengua. FOTO: el afeitado Bigotes | aec