rocío Monasterio se está revelando como un auténtico dechado de virtudes. Lo mismo organiza una arenga pseudorracista frente a un centro de menores inmigrantes que engaña a un comprador para que se quede con un loft que carece de licencia. Su última víctima ha sido el presentador de televisión Arturo Valls, que ha denunciado a la presidenta de Vox en Madrid por un nuevo caso de irregularidades urbanísticas. Convirtió un local comercial en una vivienda, asegurando que se encargaría del cambio de uso, pero en algún momento del proceso le pareció que eso de cumplir la ley no era para ella. FOTO: monasterio, con aire de superioridad | efe