Torra acudió a su tele privada (TV3, por supuesto) para contar varias mentiras. La primera es que no piensa adelantar las elecciones. Falso, como vea que su formación toma ventaja frente a ERC, los catalanes irán a votar al día siguiente. Y, segundo, para decir que no piensa presentarse. En realidad, lo que tiene claro es que no lo podrá hacer. La tontería de dejar los lacitos y pasarse por el forro de sus caprichos la orden de la Junta Electoral lo ha inhabilitado de facto. Lo mismo, a no mucho tardar, lo vemos refugiado en Waterloo con su jefe, compartiendo esas habas con butifarra que tanto le gustan. FOTO: Torra, rascándose una ceja | aec