Si uno tiene que imaginarse qué tenista abandonaría la pista de Roland Garros poco menos que entre escalofríos y con amargas quejas por la baja temperatura no pensaría en una nacida en Minsk. Victoria Azarenka, reciente finalista del US Open, protagonizó la anécdota de la jornada al irse a los vestuarios en lugar de esperar en la pista mientras se decidía si se continuaba o no el partido por la lluvia. “Yo vivo en Florida y allí hacer calor. Aquí estamos a ocho grados”, argumentó, indignada, ante la juez de silla. Qué fácil se olvida uno de los orígenes... Por cierto, pese a todo, ganó. FOTO: victoria azarenka, muerta de frío | AeC