HAICHE xente ben atravesada e incluso muy cerca, en Oleiros. Uno de esos atravesados se enfrenta a un juicio por haberse apropiado de 4.000 euros de unos niños. No los amenazó con una navaja ni les robó la recaudación de la venta de rifas para el viaje de fin de curso. Que va, la cosa fue peor. Los chavales eran los hijos de unos amigos, a quienes cuidaba cuando los padres tenían algún compromiso. Guardaban en unas huchas el dinero, que correspondía a los regalos de Primera Comunión y el hombre decidió que estaba mejor en su bolsillo. Está claro que bueno, bueno no es. FOTO: un traje de primera comunión | aec