Por mucho que los de Ciudadanos se empeñen en enseñar dientes y sonrisa como si no hubiera un mañana, la realidad es que las aguas bajan turbias en la formación naranja, que afronta, poco a poco, el trance de cubrir el inmenso vacío que ha dejado la salida de Albert Rivera. Entre acusaciones de los renovadores contra los continuistas (que son los que apuestan por Inés Arrimadas), el partido acordó la formación de la gestora que se encargará de organizar ese congreso en el que la lideresa ciudadana será aclamada y subida a los alteras del centro español. No habrá sorpresas. FOTO: Inés arrimadas, como sorprendida | aec