quien le iba a decir a Pedro Sánchez que uno de sus ministros más denostados terminaría convirtiendose en la gran superstar de las campañas gallega y vasca. Salvador Illa llegó al Gobierno como hombre de cupo. Es decir, era la persona elegida por el PSC para sentarse en el Consejo de MInistros y poco más. Le tocó una cartera de Sanidad en la que el Estado apenas tiene competencias. Es más, Podemos rechazó hacerse cargo de ese departamento por considerarlo una especie de maula que no le serviría para desarrollar sus políticas. Y, ahora, la pandemia ha terminado por cambiarlo todo e Illa, llamado a pasar sin pena ni gloria por el primer gobierno bipartito de la historia de la democracia española se ha visto catapultado al estrellato y hasta hay quien considera que sería mucho mejor candidato en las elecciones catalanas que el propio Iceta. Sin embargo, Illa rechaza la posibilidad. Sabe que está mucho mejor en Madrid que en el avispero catalán y no se le puede reprochar su actitud, al fin y al cabo, se ganó el privilegio de elegir. Foto: Salvador Illa, | aec