Los gallegos que aún tenían alguna esperanza de subirse a un AVE antes de 2030 pueden ir haciéndose a la idea de que salir de la comunidad en tren va a seguir siendo un suplicio. Esta vez los que ponen los palos en las ruedas son los expertos de la Autoridad Fiscal, que consideran que la rentabilidad socioeconómica de la alta velocidad es “entre nula y mínima” y que más le valdría al Gobierno reevaluar la inversión prevista de 73.000 millones en nuevas líneas antes de dilapidar el dinero. En su lugar, apuestan por mejorar el servicio de Cercanías, que utiliza el noventa por ciento de los usuarios totales de los trenes españoles. Claro que cuando viajar en larga distancia significa perder un día de vida es más que entendible que no sea la primera opción de nadie. FOTO: un ave, de esos que por aquí no circulan | efe