MANUEL Pablo ejerció la acusación popular y pidió la pena capital para Luisinho. Tino dictó sentencia –”no volverá a vestir la camiseta del Deportivo”– y lo mandó al corredor de la muerte. Allí quedó confinado hasta que lo rescató Garitano. El portugués es ahora un ciudadano libre, sin antecedentes penales, renovó hasta 2020 e incluso figura entre los favoritos de la afición. Se ve, por lo tanto, que las profecías no van con él. En cambio, sí va con él darse cuenta de que hay cosas que se han hecho muy mal en el club. “No es normal llevar cuatro años peleando por no bajar”, sentenció el sábado a la vista de la crítica situación del equipo y añadió: “Decir quién es el culpable no adelanta nada; la gente tiene que hacer su trabajo”. Dicho y hecho, pocas horas después la Federación de Peñas anunció que pedirá a Tino que convoque elecciones para el mes de junio, mientras que Miguel Otero, en su día presidente de la coordinadora de las agrupaciones blanquiazules, ya lo tiene todo atado y bien atado para ser candidato. Algo se mueve, pues, en el Deportivo y falta hace que se mueva, porque el descenso suele dejar narcotizados a los clubes que pierden la categoría. FOTO: miguel otero, con el consejero martín pita | aec