A Pedro Pacheco, histórico alcalde de Jerez, se le cayó el pelo –realmente se lo trasquilaron– por asegurar que “la justicia es un cachondeo”. Desde entonces conviene andarse con mucho cuidado al referirse a la actividad de los magistrados. En este caso de las magistradas, tres juezas italianas que absolvieron a dos violadores por que la víctima era “fea, poco atractiva y demasiado masculina”. Por si fuera poco a uno de los acusados le gustaba tan poco que guardó su teléfono en el móvil con el nombre de “vikinga”. Solo les faltó explicar en la sentencia que iba pidiendo guerra. ¡Qué lamentable! Y ¡qué cachondeo! FOTO: LAGERTHA, personaje de la serie “vikingos” | aec