Boris Johnson lo tenía claro. Si no le gustaba el acuerdo que ya había firmado para la salida de su país de la UE, pues se incumplía y punto, que para eso están los pactos, para saltárselos. El problema es que el premier británico no contó con la seriedad de los políticos de su país, concretamente con la cámara de los lores, que ha decidido que ese acuerdo no se puede romper. 433 votos a favor frente a 165 en contra, de modo que se han retirado de la ley las cláusulas que autorizaban a Johnson a incumplir el acuerdo. Toda una lección de dignidad de la que el mandatario no aprenderá nada. FOTO: boris johnson | aec