Pedro Sánchez está en modo presupuestos como si no hubiera un mañana. Vamos, tanta prisa tiene que hoy mismo está previsto que apruebe el traspaso de la gestión de la Seguridad Social y las competencias sobre las cárceles al PNV. Dos viejas añoranzas de los nacionalistas vascos que le garantizan el apoyo de estos a sus cuentas, cuando sea capaz de presentarlas. Y, por el otro lado, está dispuesto a reunir a la mesa de diálogo de Cataluña, por mucho que Torra no quiera. Es más, tanta prisa hay que ya tiene fecha de convocatoria: el próximo lunes. El presidente de la Generalitat está que trina, más que nada porque el PSOE no tragó con la figura del mediador que ellos pretendían, pero más allá de esto, lo único que parece importarle al inquilino de La Moncloa es que los de Esquerra están encantados y sus votos también son cruciales para esos presupuestos que le garantizarán otros tres años más de Falcon. Lo que se diga en ese foro, por desgracia para todos nosotros, parece que es lo de menos. FOTO: Pedro Sánchez, junto a carmen calvo, en su escaño en el congreso | efe