pues ni bebiendo lejía ni tomando Remdesivir. Ahora mismo nadie sabe cuál es el verdadero estado de salud de Donald Trump aunque, es evidente, si fuera tan leve como él mismo quiere hacer pensar, no hubiera consentido que lo ingresaran en un hospital en plena campaña electoral. Por si eso fuera poco, está también la duda de saber cuándo conoció que estaba infectado, ya que algunas fuentes apuntan a que, pese a tener constancia de su positivo, participó en numerosos actos de recaudación de fondos, poniendo, de ese modo, en riesgo a todas las personas que acudieron a ellos. Se trata de Trump, cualquier cosa puede ser cierta. FOTO: Trump | efe