GALICIA ya tiene senadores autonómicos. Dos, los que le correspondían al PP, estaban cantados, el exalcalde de Ourense Jesús Vázquez y la exconcejala en Vigo –menos exalcalde, en ese concello hay todo tipo de ex– Elena Muñoz, a quienes había que compensarles su desacougo municipal. El tercero se suponía, pero hacer realidad su nombramiento fue traumático. Se trata de otro ex, José Manuel Sande, en cuyas manos puso la Marea, nasía pa’ganá, la Concejalía de Culturas, así en plural. En la España plurinacional no hay un Ministerio de Haciendas, pero quién es capaz de meterse en el proceso de razonamiento de la xente do común. Quizá fuese para compensar que se defina como escritor cinematográfico y tan solo haya publicado un libro sobre el séptimo arte. A ese supuesto dominio del mundo del celuloide hay que sumar su condición de dinamitero, pues su elección ha sido la causa del estoupido de en Marea. Y se ve que domina el mundo del TNT, pues proclama sin ruborizarse que la ruptura sucedió en esta elección como pudo suceder de otra forma. Efectivamente, los zascandiles al servicio de Tone Gómez-Reino y Martiño “2.0” Noriega llevan meses ejercitándose como fogueteiros, pero casualmente la formación ha reventado ahora. Podemita pata negra, este Sande. FOTO: sande, aplaudidor y dinamitero | aec