Mientras los tribunales van resolviendo los casos que señalan al PP como el campeón de Europa en cuanto a corrupción, los líderes más reconocidos –pongan en la lista a doña Ana Pastor que reaparece dando consejos sobre temas que su partido siempre puso la proa– siguen desde el Génova, el escenario de sus fechorías, anunciando su vuelta al poder, jaleados por sus cómplices necesarios y animados por los resultados de las elecciones madrileñas como si la amnesia colectiva va convertir en realidad aquel dicho de que “el ciudadano es el único ser racional que se equivoca dos veces con el mismo voto.
Para más inri las acusaciones afirman que la etapa de Aznar en el gobierno – 1990 a 2004 – se inicia la caja B con el conocimiento de toda la cúpula de su ejecutivo y, por supuesto, del partido.
Si buceamos en las hemerotecas nos encontramos con el “caso Naseiro”, en la época de Fraga y, después, con Álvaro Lapuerta para el que la fiscalía solicitaba cinco años de cárcel. Como se sabe Lapuerta no se sentó en el banquillo por su mal estado de salud. Ya por aquel entonces las sospechas sobre el pago en negro de las reformas en la sede además de los sobresueldos a altos cargos del partido.
Pues con todo eso y su perpetua campaña “del no”, una prueba se encuentra en el Consejo General del Poder Judicial, paralizado por los populares. No hace falta ser Sherlock Holmes para conocer que está detrás de esa maniobra.
Pero es que al PP hay que juzgarlo por lo que hizo ya que no puede fiarse uno de las promesas. Y el recuerdo más permanente nos lleva a la etapa de Rajoy en Moncloa donde su política de recortes aún pagamos ahora al observar las carencias en sanidad y educación o los regalos a la banca.
Y Madrid, ese espejo que nos devuelve lo peor de la pandemia, según informe riguroso del relator especial de la ONU sobre pobreza extrema y derechos humanos.
Y ahora se une la OCDE que acusa a Madrid de ser un paraíso fiscal interno que con sus normas que atrae a inversores y ricos olvidando a los más vulnerables. Digamos que la OCDE es el organismo que promueve políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas en todo el mundo. De eso se trata: recordar el pasado en un presente del que se espera un futuro mejor.