La justicia a examen

Acabado el franquismo, con el dictador bajo tierra, heredamos un poder judicial que en gran parte era parte del aparato de la dictadura. Así empieza un artículo de Carlos Castresana miembro del Tribunal de Cuentas, Fiscal del Supremo, que pasó por la Fiscalía Anticorrupción y un pionero en luchar contra la corrupción. Dirigió la comisión contra la impunidad en Guatemala por encargo de la ONU. Es por tanto una opinión de peso y no un arrebato como el del alcalde Pacheco al que le cayó del pulpo por sus opiniones sobre la judicatura.


Pero sigamos con la opinión de don Carlos Castresana: las reformas durante la transición un asunto como la Justicia, donde están comprometidos grandes intereses económicos como políticos, el poder judicial está mostrando un déficit de independencia y un corporativismo preocupante.


Ahora Europa, que ya había mostrado su malestar en varias ocasiones, ratificadas las más con sentencias contrarias a decisiones de los tribunales españoles, pide una reforma en el sistema y, entre sus críticas más contundentes, destaca la paralización en la renovación del Poder Judicial por el filibusterismo del PP y su constante empeño en buscar en los tribunales lo que pierde en el Congreso.


Digamos enseguida que Bruselas avala reforma que limita las competencias del Poder Judicial, mientras el Consejo por su parte advierte “de que aplicar la norma avalada puede suponer llevarle “a la atrofia”. Como en el chiste muchos diremos que les lleven, que les lleven…


El poder judicial en funciones perpetúa en el Supremo el legado de la época Rajoy. Y no se olviden la campaña contra el primer juez del caso Gürtel que fue apartado por las presiones del Partido Popular.

Sostienen algunos eruditos que la justicia representada por la señora de la venda, lleva una balanza para separar el grano de la arena ¿?, pero a un servidor le cuesta creerlo pues tiene los ojos vendados. Y eso pensamos muchos al conocer otro fallo judicial que parece firmado con el dictador todavía en el Pazo. Y este es el problema: muchos siguen como si estuviera. Hay otra teoría: se trata de proteger a unos okupas. Recuerden que hay que acatar, salvo que pertenezcas a un tribunal extranjero y en vez de acata atacas sus sentencias.


Ahora, cuando son muchos los que examinan y reflexionan sobre la Justicia con mayúscula, salen a la luz sus carencias. Tengamos fe pues eso es creer en lo que no vimos.

La justicia a examen

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