MasterChef, noche de encontronazos y cocinados fallidos

MasterChef, noche de encontronazos y cocinados fallidos
Ofelia fue a la prueba de eliminación junto a su equipo | RTVE

Nueva noche en las cocinas en MasterChef y lo que queda claro es que el casting de esta edición no ha dejado indiferente a nadie. El segundo programa ha puesto de manifiesto que, de momento, el nivel culinario de este año es bastante bajo. Los aspirantes arrancaron el programa con una primera prueba en la que tuvieron que preparar un rape y ni la gallega Ofelia hizo de su condición de gallega una ventaja para salir airosa en el primer cocinado del talent show. “Está terrorífica, Ofelia. Una gallega de pro no se puede permitir eso”, le dijo un Jordi sorprendido en la cata final. Y es que en términos generales el rape derrapó por las cocinas del programa de RTVE. La ganadora del primer reto de la noche fue la concursante de Tomelloso, María, la principal contrincante de Ofelia dentro y también fuera de los fogones.  La manchega no pudo disimular en muchos momentos de la noche su animadversión hacia la gallega, que colapsa con su personalidad no solo los planos sino también los comentarios de Twitter. La audiencia parece que aún se resiste a su comportamiento cantarín y alocado que está dejando grandes momentos en el programa porque Ofelia siempre tiene algo que decir.


La segunda prueba llevó a los aspirantes a cocinar para los voluntarios del Banco de Alimentos de Madrid. Para celebrar los 200 programas de MasterChef, hubo invitados de altura, como Antonio Orozco y el gallego Fernando Romay el que fue recibido al entrar en cocinas con un tierno abrazo de Ofelia que recordaba el campamento de básket en Mondariz en donde había tenido la oportunidad de conocer al veterano jugador de baloncesto. El cocinado tuvo momentos de encontronazo entre la de Santiago y algunos de sus compañeros a los que les cuesta tolerar la personalidad de la joven concursante.


Última prueba

Ofelia no salió airosa en la prueba en grupo y le tocó a su equipo batirse en cocinas para conseguir el anhelado mandil blanco. Con recurrentes recuerdos a su infancia en los concursos de hípicas y su vida en los internados en los que se crió, Ofelia esconde detrás de esa locura en la que se parapeta una niña que pide cariño a gritos y que dejará grandes momentos en el concurso. Cocinó un picatón con cuscús que no convenció del todo a los chefs, pero en los que demostró cierta evolución lo que le sirvió para salvarse una noche más de la expulsión y recibir buenas palaras de los jueces. El benjamín del grupo, José María, fue el expulsado en una noche de encontronazos y cocinados fallidos.

MasterChef, noche de encontronazos y cocinados fallidos

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