La comarca de Ferrolterra vivió hoy una nueva jornada de protestas ante la pasividad de las administraciones frente a la crisis industrial un mes después de la gran huelga comarcal del 10 de marzo. Como ya habían adelantado los sindicatos convocantes –CCOO, CIG y UGT– a comienzos de semana, el objetivo de la jornada consistía tanto en dar visibilidad a una problemática a la que se sigue sin dar respuesta –se celebraron tres concentraciones–, como en mantener encuentros con todos los agentes implicados –entidades sociales, culturales y empresariales, asociaciones de hosteleros y autónomos y los propios grupos políticos–.
Así, la jornada arrancó con una manifestación de los trabajadores de Navantia, que sobre las diez de la mañana salieron del astillero para participar en la primera concentración del día. Varios centenares de operarios de los astilleros marcharon por la calle dos Irmandiños y Real para terminar frente al Concello, donde el comité de empresa se reunió con los secretarios comarcales de los sindicatos convocantes. El presidente del comité, Emilio García, apuntó que, si bien esta convocatoria no había partido de su organismo, la asamblea en la que se decidió participar también sirvió para establecer el calendario de protestas para los próximos meses.
García Juanatey se lamentó de la situación industrial, que calificó de “crítica”, recordando que “os compañeiros de Siemens Gamesa xan non están” y que el sector naval “necesita urxentemente carga de traballo”. El presidente señaló también que, a día de hoy, hay muchas oportunidades en determinados sectores industriales, como la eólica marina, y que “a empresa pública debe apostar por isto, ten que ser parte da solución económica e industrial da comarca”.
Sin retrasos
Al ser consultado sobre el futuro del programa de las F-110, el presidente del comité señaló que, por el momento, no se espera que haya ningún retraso en el mismo y que, de hecho, los trabajos de ingeniería de detalle deberían comenzar el próximo día 1 de junio.
La situación de la carga de trabajo, no obstante, es un tema aparte. Emilio García apuntó durante su intervención que a día de hoy ha habido unos 1.500 despidos dentro de las compañías auxiliares, principales afectadas por la subactividad de los astilleros. En la actualidad, en Navantia Ferrol únicamente se está trabajando en los últimos detalles del segundo AOR australiano –el cual permanecerá en la ciudad un mes más para hacer trabajos que en un principio se iban a realizar en el propio destino–, pero a partir del próximo mes la cartera de proyectos quedará vacía. Es por ello que, desde la parte social, se pide que la adaptación del buque “Galicia” se realice en Ferrol, pese a que Defensa quiere retrasar la misma hasta la retirada del navío logístico “Patiño”.
Concentraciones
Apenas una hora después de la protesta del naval la plaza de Armas acogió la segunda concentración de la jornada. Cerca de un centenar de personas participaron en la misma, entre las que se encontraban representantes de todos los partidos de la corporación ferrolana, de entidades culturales, sociales y económicas de la ciudad y los alcaldes de Ferrol, Narón y Fene, Ángel Mato, Marián Ferreiro y Juventino Trigo, respectivamente. En paralelo, frente a los edificios consistoriales de Narón y Cabanas también se celebraron concentraciones para exigir a la Xunta una solución para la crisis comarcal.
La tercera acción de protesta de la jornada comenzó pasadas las seis de la tarde, cuando dos manifestaciones partieron de la plaza de Galicia, en Narón, y el mercado de Caranza, para confluir en la plaza de Armas, donde se celebró la tercera concentración. En este caso, unas 200 personas participaron en un acto que concluyó con los secretarios comarcales de CCOO, CIG y UGT, Santiago Díaz, Manuel Grandal y José Antonio Díaz, respectivamente, dirigiéndose a la multitud.
En declaraciones a los medios, José Antonio Díaz calificó la jornada de “proveitosa”, señalando que todas las instituciones y entidades con las que mantuvieron reuniones a lo largo del día “mostraron o seu pleno apoio a esta reivindicación, pese a ser repetitiva no tempo”, en referencia a la constante exigencia de soluciones para la comarca. “O que sí que temos claro é que a sociedade está con nós”, apuntó Díaz, al tiempo que se comprometió a “non deixar que esto decaiga hasta conseguir os nosos fines, que son unha carga de traballo boa e razoable para as nosas comarcas e unhas inversións que precisamos urxentemente”.
Por su parte, Manel Grandal profundizó en lo que consideraba “as claves” de la jornada, principalmente su encuentro con los diferentes grupos políticos – PSOE, PP, BNG, Esquerda Unida, Ferrol en Común y Terra Galega–, aclarando, eso sí, que no se reunieron con las alcaldías, dado que en anterior encuentro con las mismas fue un “fracaso estrepitoso”. “Fumos capaces de desbaratarlles, sobre todo ao Partido Popular e o Partido Socialista, ese argumento de ‘a culpa é túa e a culpa é miña’ –manifestó satisfecho Grandal– (...) é dicir, non lles permitimos entrar en debates que poden ser políticamente moi válidos para eles, pero que para nós non nos solucionan nada”. El secretario comarcal de la CIG denunció que las decisiones necesarias para solucionar la situación –y aquellas que la están agravando– son “políticas”, y que por ello tienen que surgir desde las administraciones, señalando, además, que muchas podrían tomarse con gran rapidez.
Por último, Santiago Díaz también mostró su satisfacción con la jornada, destacando que las entidades con las que habían mantenido encuentros mostraron “a súa unidade e a súa solidaridade coas reivindicacións”.
Críticas del BNG
Tras la jornada, el BNG de Ferrol cargó contra los Gobiernos central y autonómico, acusándoles de “maltratar” la comarca.
La formación nacionalista calificó de “cinismo absoluto” la posición del alcalde de Ferrol, Ángel Mato, y de la Xunta ante problemas como la carga de trabajo de Navantia o el cierre de Endesa As Pontes.