Es la guerra

De nuevo “la batalla de Madrid”, que aún no tiene vencedores. Apuntan a un sondeo, mal cocinado, que da empate y recrudece la contienda. Una de las escaramuzas más comentadas por la prensa bélica tuvo lugar en el llamado “cinturón rojo” con Abascal de héroe de tebeo y las llamadas tres derechas en sus escaramuzas de siempre, entran en combate disparando a todo lo que se mueve. Y es que nadie sabe muy bien quienes son los malos. Por ejemplo una encuesta asegura que los votantes de Vox y Ciudadanos prefieren a Ayuso en la presidencia, mientras la izquierda no sabe muy bien si en ese grupo debe entrar el PSOE de Gabilondo.


Quien juega fuerte es Ayuso que no tiene reparos en buscar refuerzos donde sea: así, en una pirueta inesperada se ha ido a buscar colegas tras el telón de acero. Y dicen los periódicos, que a través de un espía de Putin, residente en Vigo, ha comprado miles de vacunos antivirus a la Unión Soviética la Sputnik V, alarmando a EEUU que ya inició ciertos movimientos en sus bases de Torrejón y Rota.


El asunto preocupa al líder de VOX, que ya no sabe si tiene que recuperar a la División Azul. Y es que, y ustedes lo entenderán enseguida, con eso de llevar mascarilla no hay forma de reconocer al enemigo y conocer al amigo.


Y en estas, el señor Casado busca en Ciudadanos –a los que fagocitó primero, fichando a diestro y siniestro (bueno a diestro aunque se lleve a siniestros personajes que ya recorrieron toda la fama del espectro político) para ocultar así, a base de gritos, que aparecen dos redes corruptos que financiaron al PP y, ya que estaba, se lucraron a la vez en el caso del uno por ciento.


Y es que en el juicio que se celebra desde Febrero, han descubierto que entre Bárcenas, Gürtel y Púnica, el PP había montado un tinglado –le llaman caja B – para los sobresueldos, las obras de Génova, las campañas de Aguirre y otras bagatelas. Lo explicó muy bien uno de los empresarios imputados, admitiendo que pagó mordidas en diversos ayuntamientos a cambio de adjudicaciones de obras.


Lo que yo les diga: la batalla de Madrid puede tener ecos en otros territorios de nuestro querido y doliente país. Apresúrense a buscar un casco, que los disparos pueden llegar hasta aquí, pues nos falta conocer las explicaciones del número dos de la Gürtel puede llegar hasta aquí. Es la guerra. 

Es la guerra

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