No podrá celebrarse con el esplendor habitual de una cita declarada de Interés Turístico Internacional pero, a pesar de la pandemia, el espíritu de la Semana Santa envolverá la ciudad durante los próximos días. Lo hará sustituyendo procesiones por exposiciones y con una sensación “agridulce” por parte de todas aquellas personas que año tras año aguardan con fervor la llegada de la cita litúrgica. El confinamiento del pasado año obligó a cancelar la edición y la de este año llega marcada por unas restricciones sanitarias que trasladará a los templos y a dos carpas instaladas en la ciudad –una en la plaza de Amboage y otra ubicada en Capitanía, delante del Parador– la exposición de las imágenes.
La primera abrirá precisamente esta tarde sus puertas –de 16.00 a 20.00 horas– con la presencia de la Cofradía de Dolores y los altares de culto de Cristo Rey y de la Virgen de la Amargura. La del Parador iniciará mañana martes su actividad –de 12.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas– de la mano de la Cofradía de la Soledad y sus imágenes del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Misericordia.
Domingo de Ramos
También de forma atípica se celebraba ayer un Domingo de Ramos en el que no fue posible celebrar la habitual bendición pero que sí incluyó tres actos en otros tantos templos. La Cofradía de la Merced veneró en la capilla que lleva el mismo nombre a Nuestra Señora de los Cautivos; la Cofradía del Santo Entierro expuso en la concatedral de San Julián el Cristo del Santo Entierro; y en la capilla de la Orden Tercera, la Cofradía de la Soledad ofreció el altar de culto del Ecce Homo.
“Tenemos una sensación agridulce, porque vamos a hacer algo que no es lo nuestro, a lo que estamos acostumbrados. Pero afrontamos esta situación con la esperanza de que en 2022 podamos recuperar la normalidad no solo en esta celebración, sino en nuestras vidas en general”, comentaba ayer el presidente de la Junta de Cofradías de la Semana Santa, César Carreño.
El objetivo de la entidad para este año, condicionado por la situación sanitaria, “es que se notase que en Ferrol estamos en Semana Santa”, añade. Como no podía ser de otro modo, la seguridad primará sobre todo lo demás. “Será máxima”, asegura. Precisamente con el fin de coordinar el desarrollo de la celebración el propio Carreño mantenía el pasado viernes una reunión con el concejal de Seguridad de Ferrol, Germán Costoya, y a la que también acudieron el coordinador de Seguridad y el jefe de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil.