Triunfo en un ejercicio de fe

Triunfo en un ejercicio de fe
David Rodríguez celebra el gol de la victoria | Jorge Meis

Sigue vivo el sueño del ascenso a Segunda para el Racing. La victoria que el equipo ferrolano logró sobre el Guijuelo (1-0) le permite llegar a la última jornada de la primera fase con opciones de acabar entre los tres primeros, los que seguirán luchando por el ascenso a la categoría. Un gol de David Rodríguez en la segunda parte se tradujo en una victoria racinguista lograda a base de sufrimiento, que deja todo por decidir para la última jornada, en la que visita el campo del Unionistas de Salamanca.


Saltó el Racing al terreno de juego sabiendo que necesitaba ganar para mantener opciones posibilidades de colarse entre los tres primeros pero, sobre todo, no embarrarse en la lucha por no descender dos categorías en una sola temporada. Lo acuciante de la situación, sin embargo, no solo no hizo que el equipo ferrolano se mostrase dominador desde el principio, sino que su nivel fue a menos con el paso de los minutos, mostrándose como un equipo impreciso que apenas fue capaz de generar ocasiones para estrenar el marcador.


Tampoco las creó un Guijuelo que, al margen del mazazo que sufrió en los primeros minutos con la lesión del exracinguista Jonathan, superó los primeros minutos tratando de saber de qué iba el encuentro para empezar a acercarse a la portería contraria, aunque de una forma no muy clara. Enfrente, un disparo alto de Joselu fue la única acción en el debe de la escuadra local durante esta fase del encuentro.


Hasta los últimos minutos de la primera parte no llegaron las ocasiones. La del Racing, en botas de Álex López, que cruzó en exceso ante la portería visitante. Y la del Guijuelo llegó casi inmediatamente, a través de una acción individual de Mounir por la banda izquierda cuyo disparo fue despejado a córner por Diego Rivas. Nada más que echarse a la boca en una primera parte discreta.


La necesidad de marcar un gol hizo que el Racing entrase en la segunda parte decidido a aumentar su ritmo en busca de la recompensa. Por eso llegó con relativa frecuencia a los aledaños de la portería rival, avisó primero con un tiro de Joselu –a pase desde la derecha de Pep Caballé– y marcó después a través del cabezazo de David Rodríguez tras el pase desde la derecha de Seoane. Era el gol que el cuadro verde necesitaba para creerse que podía conseguir el triunfo.


La precariedad física que volvió a exhibir el Racing –menos que en el partido contra el Coruxo, pero todavía palpable– lo obligó a realizar cambios con el objetivo de dar frescura al once que estaba sobre el terreno de juego. Además, los riesgos que empezó a correr el Guijuelo le permitieron encontrar espacios que, sin embargo, no hallaron acierto a la hora de finalizar las acciones, justo antes de llegar cerca de la portería visitante.


De ahí que el encuentro se adentrase en su último tramo sin resolverse, con el Racing cada vez más castigado en lo físico y con el Guijuelo tratando de llegar a la portería contraria en busca del tanto del empate que le permitiese sumar, por lo menos, un punto. No es que el cuadro “chacinero” dispusiese de demasiadas oportunidades para marcar, pero lo exiguo del marcador hizo que la tensión se apoderase de los jugadores... y también del público. El encuentro, de todas maneras, finalizó con una victoria local que le deja con esperanzas.

Triunfo en un ejercicio de fe

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