Ada Colau está muy lejos de su mejor momento. En lo político, por supuesto, pero también en el frente judicial, ya que tres de sus concejales tienen querellas criminales interpuestas y algunos de los asuntos pueden acabar en condenas. La cuestión es que, según el código ético de la formación, estos tres cargos tendrían que ser destituidos tras ser imputados, pero ya sabemos que podemitas y afines suelen recurrir a la ley esa de que lo que piden para los demás jamás se lo aplican a ellos mismos. Es de suponer que seguirá atrincherada hasta que se produzca una sentencia firme.