El Perseverance y el castellano

ecía don José Ortega que “sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender… Todo en el mundo es maravilloso para unas pupilas bien abiertas…”. Y maravilloso es que la ciencia haya conseguido situar en Marte el vehículo Perseverance con puntualidad asombrosa después de siete meses de viaje, que los que desconocemos los arcanos científico-tecnológicos solo podemos admirar.


La directora del vuelo es la ingeniera Diana Trujillo (Cali, 1981), que, además de sentirse orgullosa por el éxito de la misión de singular importancia científica y económica en beneficio de la humanidad, muestra ese mismo orgullo por haber narrado ella misma en español -por primera vez en la NASA- el aterrizaje perfecto de la nave en la superficie de Marte.


“Contar en español la llegada del Perseverance a Marte fue espectacular. Desde hace mucho tiempo yo quería que la NASA transmitiera en nuestro idioma un aterrizaje planetario. El objetivo era que este momento histórico llegara, no solo a los científicos y a los ingenieros que hablan inglés, sino también a las abuelas, los abuelos, las mamás, los papás y que llegara también a las niñas y niños de América Latina y de España para que se enamoren de la ciencia y del espacio”.


La alegría de la ingeniera aeroespacial por contar en español el éxito de este desafío científico contrasta con la marginación de la lengua de Cervantes en España, su lugar de nacimiento. El castellano sufre una incomprensible persecución en las comunidades bilingües: Cataluña, Baleares, Valencia, Navarra y en menor medida en el País Vasco por las dificultades que entraña el idioma vernáculo de esta comunidad. Galicia es la excepción, impera el sentido común y goza de una admirable pax lingüística.


Escapa a todo raciocinio que el Gobierno haya eliminado el castellano como lengua vehicular en la Lonloe a cambio de los votos de nacionalistas e independentistas que quieren erradicar la lengua de España de los planes de enseñanza hasta que deje de ser idioma oficial con las lenguas de esas comunidades. Como es imposible entender el cerrilismo nacionalista que odia al castellano hasta el extremo de impedir que los escolares conozcan hoy el idioma castellano, la segunda lengua más hablada del mundo, que van a necesitar mañana cuando accedan al mercado laboral.


Volviendo al Perseverance, dice la científica Trujilloque lleva consigo la tecnología necesaria para encontrar rastros de vida microbiana y sostiene que “algo de vida tiene que haber en Marte”. Ojalá encontrara algo de la vida inteligente que aquí escasea. Claramente escasea en la actividad política y entre nacionalistas e independentistas. También en el Gobierno de España. 

El Perseverance y el castellano

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