DONALD Trump es un salvaje, pero aún piensa, con la entrepierna, eso sí, pero también de ahí salen las idea de Nacho Vidal y el tío tiene su reputación. El mastodóntico presidente de Corea del Norte, Kim Jong un, el único gordo de su país, piensa con la barriga, pero también los hacía Oliver Hardy y llegó a ser una estrella del cine mudo, que es casi tan antiguo como las ideas del mandatario asiático. Pero el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, no piensa con nada. Es más, hay serias dudas de que en el interior de su cráneo haya un cerebro. Las perlas que va sembrando con sus intervenciones públicas aumentan esas dúbidas; solo hay que pensar en la animalada con la que acaba de amenazar a las militantes del Nuevo Ejército del Pueblo: “No te mataremos, te dispararemos en la vagina”. ¡Qué salvaje!