Sonrisas y lágrimas

 

como me “pillaron” lo de Fumata Bianca me arreglo con el título que abre este balcón. Pero no me negarán que el acuerdo PSOE-Unidas Podemos fue recibida con sonrisas (no están las cosas para las carcajadas) y lágrimas o lamentos. Y es que enseguida empezaron a sonar los tambores de guerra: al PP no le gusta y tampoco a los que quedan de Ciudadanos, que estos días están de duelo, y en las calles hay, generalmente, satisfacción. Sobre todo entre los fieles de cada partido pactante. En la calle los del PSOE por ejemplo. Se sumó Errejón y se esperan adhesiones de otros grupos que, en el  Parlamento, se sitúan entre los progresistas

Atrás quedan los rumores, algún que otro deseo y una sensación de derrota. Desde el PP, como si la ciudadanía sufriera amnesia, dicen que hubieran pactado con el PSOE de González o de Rubalcaba. ¿Habrá que recordarles sus diatribas, algún que otro embuste, y sus insultos de aquella época a los que hoy citan? Busquen en las hemerotecas. Menos cinismo, hombre…

Feijóo, votante confeso de González, les hace una advertencia a los pactantes: que se lo piensen mientras en su entorno, ya con el material que usarán en la próxima campaña, advierten que serán unas elecciones complicadas para don Alberto y sus Atfieles. Tenemos además a los perdedores enredados en su tema favorito: los buenos y los malos según su concepto de la patria. Son los que desde la derecha llaman golpistas a ciertos partidos independentistas que, según nos cuenta Xosé Luis Franco Grande, nunca dieron un golpe de Estado y no les merece el mismo criterio un partido que se declaró abiertamente contrario a la Constitución, rechazando el sistema autonómico –título VIII de la Constitución– y la separación de poderes, su anuncio de llevar esposado a un presidente autonómico ejerciendo por tanto en juez y jurado. Esto ha sido posible contando con el entusiasmo o al menos con la aquiescencia de sus socios (PP y Ciudadanos) a los que la ciudadanía no les siguió en estas elecciones. Los primeros no llegan a los cien parlamentario y no hay que hurgar más en la herida del partido que fue inventado por Rivera.

Es cierto que el dúo del pacto tienen que añadir a otras fuerzas pues además de formar gobierno es necesario que consigan también un presupuesto que haga posible esa idea que aparece en el acuerdo: más políticas sociales. Ojo es un pe-acuerdo para la pre-legislatura.

Sonrisas y lágrimas

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