LOIBA, en el Concello de Ortigueira, presumía de disponer del mejor banco del mundo. Desde allí se pueden contemplar unas impresionantes vistas que van desde Estaca de Bares al cabo Ortegal. Hubo peregrinaciones, casi como las que van a Santiago, para sentarse en él y disfrutar, aunque solo fuese unos segundos, pues el turnomatic no paraba de dar números, y después comunicárselo al mundo entero. Pero desde que ese banco alcanzó el título mundial no dejaron de surgir otros a los que se elevaba casi al mismo nivel. El último en hacerlo ha sido uno situado en el monte Cedeira, en Redondela –sí, uno de los municipios a los que podría trasladarse el Cerca de Vigo–, que incluso aspira a ser el mejor del mundo mundial... Cuando se enteren los suecos, llenan el mundo de bancos de diseño montados con llave allen.